miércoles, 5 de junio de 2019

Mamá

MAMA
Las palabras se me esconden porque no las encuentro,
El corazón no para de latir porque vive de la nostalgia,
La memoria no se cansa porque se alimenta de los recuerdos,
El amor no se vence porque lucha por lo que quiere.

Madre, aún estás ahí a mi lado o me has dejado?
Quiero que me cantes “la rata vieja” como cuando era niño,
Quiero que me cuentes una historia de seres imaginarios
Para que me dé mucho miedo y no me porte mal.

Mamá defiéndeme siempre como contra aquel chico
Que me atropelló junto a mi gelatina voladora,
Llévame de la mano al jardín de niños y no me sueltes,
Déjame en ese lugar pero no te olvides que te estoy pensando.

Señora bonita llévame con la abuela en las madrugadas,
Quiero aprender a trabajar como ella y sin miedo,
Quizás ella no quiera matar a la vaca pero necesita dinero,
Voy a dejar que lo haga porque con eso me dará mis gastos de ferias.

Dile a papá que no quiero ser Contador como él y que me disculpe,
Yo quiero ser Doctor para curar tus heridas y tus golpes
Cuando te sientas sola, cuando estés triste, cuando llores,
Cuando pienses que la vida es un hospital llenos de enfermos delirantes.

Mamita se me olvido escribirte el día de las madres,
Pero no se me olvidó escribirte este día 05 de junio que es tus cumpleaños,
Aunque yo no creo en los onomásticos ni en los falsos abrazos,
Es mejor hoy porque es menos oneroso y más entretenido.

Tampoco puedo caer en el discurso trillado de todos los hijos:
“mi mamá es la mejor de todo el mundo y la más hermosa”;
Para mi simplemente eres mi madre sin grandes títulos fastuosos,
Eres la más noble, la más sincera, la más blanca, la Blanca Esther.

Seguramente nunca leerás esto porque el internet y la computadora
No nacieron con tu tiempo y hoy más que nunca tienes mucho que hacer,
No importa nada de eso porque este es mi mejor tributo para ti,
Tal vez lo lea alguien lo lea aquí, en España o Argentina
y con esto serás una madre internacional.

Hoy más que nunca me siento orgulloso de ti,
Te has puesto los guantes de boxeador que use siempre en la vida,
Pártele la cara al destino, a la vida, a la desgracia misma.

Súbete al ring, boxea y lucha hasta el último round,
Si en el primer round te caíste con Pablo Francisco, en el segundo con Carlitos y en el tercero con tu esposo Carlos aún no te bajes del cuadrilátero,
Sigue boxeando conmigo, yo seré tu sparring.

Y cuando pienses que vas perdiendo y el destino te quiere vencer,
Dale un gancho al hígado y noquéalo, sólo entonces
Y nada más para ese entonces, el altavoz de la vida anunciará:
“Y la ganadoraaaa es, Esther Coello Ordoñez, campeona de peso pesado y mundial”