Romper
el silencio,
Derribar
los muros,
Construir
puentes,
Estar
de pie siempre,
No
dejarnos vencer.
El
alba se asoma en el horizonte,
Y
espera abrazarnos cálidamente,
Aun
no es tiempo de bajarse,
Permanezcamos
agarrados,
Todos
juntos, de frente,
Vamos
a lograrlo.
Sostente
en mi mano compañero,
No
te caigas aun, falta camino,
Rocía
tus manos con un poco del néctar
Que
nos dan las flores para un mejor mañana.
Nos
atacaran en el momento menos pensado,
No
nos confiemos, son traicioneros, buen estilo,
Quieren
callarnos por medio de bombas,
De
tanques, de represión canina,
De
desinformación mediática,
Preparémonos
para el próximo ataque.
Tengamos
un plan para que no nos sorprendan,
Así
es, esto no está terminado,
Podrán
vencernos pero nunca convencernos;
Busquemos
en la mirada de la vieja que mendiga,
En
las manos del niño que pide comida,
Busquemos
en ellos las tácticas suficientes
Para
poder derribarlos.
Compañeros,
esta es una simple llamada,
No
cierres tus oídos, esparce tus ideas,
No
claudiques ni pienses que ya no se puede,
Algo
nos espera del otro lado del puente,
Un
mundo más claro, más humano.
La
esperanza de un día más radiante,
No
existen caminos para ello,
Ni
a la izquierda ni a la derecha,
Todo
está de frente, ¿lo puedes ver?
Yo
tengo una luz es mis manos,
Voy
a usarla para iluminar más mentes,
No
me he doblado aún, tengo un corazón,
Un
corazón muy combatiente.